La impermeabilización es el tratamiento de una superficie para protegerla de los daños que puede causar la penetración del agua en la estructura. Este proceso ayuda a que ciertos elementos se vuelvan más resistentes al agua o que adquieran un efecto repelente, de manera que no se vean afectados por los impactos y efectos negativos de esta sobre dicha superficie.
La impermeabilización es muy útil para proteger edificios y estructuras, garantizando la seguridad y duración de las mismas.
Las áreas más comunes del hogar o cualquier otro edificio que requieren de una adecuada impermeabilización son paredes, azoteas, sótanos, baños, cocinas, balcones, techos, terrazas, piscinas y depósitos de agua.
Tipos de impermeabilización más comunes
Impermeabilización con cemento o cementosa.
Los productos cementosos son los materiales impermeabilizantes más fáciles de utilizar. La facilidad de acceder a ellos en el mercado y la mezcla y aplicación de los mismos los sitúan como los materiales más utilizados.
Este método de impermeabilización se utiliza normalmente en áreas interiores que son propensas a mojarse como baños y cocinas, además de otros tipos de estructuras como los siguientes:
- Plantas de tratamiento de aguas
- Puentes
- Presas
- Sistemas ferroviarios y subterráneos
- Muelles
- Canales y diques de hormigón
- Túneles
Al no estar expuesto a la luz solar ni a la intemperie, no pasa por un proceso de expansión y contracción.
Impermeabilización con membranas líquidas.
La membrana líquida es una capa fina que consiste en la aplicación de una capa de imprimación y dos capas de líquido impermeable aplicado con un rodillo o spray. Este proceso de impermeabilización ofrece una mayor flexibilidad al formarse una capa de goma sobre la superficie en la que se ha realizado la aplicación. Sin embargo, hay que tener cuidado en la aplicación y proporcionar el espesor correcto. De no ser así, puede llegar a romperse si la capa es demasiado delgada.
Este tipo de revestimientos suelen estar reforzados con materiales secundarios como plástico o vidrio, de modo que proporcionan una resistencia adicional.
Revestimiento bituminoso.
También se conoce como recubrimiento asfáltico. El revestimiento está elaborado de material a base de betún (asfalto o brea de alquitrán), se trata de una sustancia formada por líquidos orgánicos pegajosos e impermeables. Este sistema se utiliza en ocasiones para construir techos. A pesar de ser un material utilizado comúnmente en carreteras y autovías, no es recomendable para zonas con una exposición prolongada a la luz solar, ya que puede volverse quebradizo o frágil. Es aconsejable tratarlo con materiales flexibles como el poliuretano.
Impermeabilización de membranas bituminosas.
Se trata de un método utilizado para techos de poca pendiente. La membrana impermeabilizante la podemos encontrar de dos tipos, el soplete sobre membrana y membrana autoadhesiva. Al tener forma de rollo se despliegan y se colocan sobre la superficie.
Este tipo de membrana se pega al sustrato con un adhesivo a base de alquitrán caliente que se aplica mediante sopletes.
Los compuestos autoadhesivos están comprendidos por asfalto, polímeros y cargas, además, se pueden agregar resinas y aceites para mejorar el efecto adherente de este método. Tiene una vida útil baja ya que las propiedades de unión de la membrana se van reduciendo con el tiempo.
Impermeabilización de poliuretano.
La impermeabilización de poliuretano líquido está indicada para todo tipo de cubiertas que están expuestas a condiciones climatológicas y tráfico.
- Terrazas y cubiertas dedicadas al tránsito peatonal.
- Cubiertas y azoteas
Es una opción común debido a su fácil aplicación que le permite adaptarse a todo tipo de cubiertas con irregularidades y esquinas. Tiene una alta resistencia a los rayos UV, logrando una mayor durabilidad en superficies exteriores. Apta para resistir el tránsito intenso del tráfico peatonal y ofrece una superficie antideslizante. Su acabado uniforme ahorra en juntas y mecanismos de unión.
Ventajas de la impermeabilización.
Algunas de las ventajas que encontramos con la impermeabilización de las estructuras son:
- Alta reducción en la absorción del agua.
- Evita la formación de grietas en la superficie
- Facilidad en la aplicación.
- Aumenta la vida útil de la estructura de hormigon.
- Previene la humedad en el interior del edificio.
- Evita filtraciones a través del techo y paredes.
- Protege la propiedad, proporcionando un ambiente saludable y limpio para las personas que habitan en ella.
Desventajas de la impermeabilización
Algunos de los métodos utilizados para la impermeabilización también cuentan con algunas desventajas a tener en cuenta antes de su aplicación.
- Los productos a base de betún se ablandan y quiebra debido a su color negro y prolongada exposición al calor.
- El revestimiento protector de poliuretano no es muy flexible, además dificulta la capacidad de respiración natural del hormigón. Tiene una vida útil limitada y permite acumulación de agua debajo del revestimiento.
- La impermeabilización cementosa es incapaz de retener las grietas, lo que provoca en ocasiones fugas de agua.
A pesar de ello, la impermeabilización nos ofrece más ventajas que inconvenientes, ya que su función protectora contra el agua es importante para prevenir daños en las estructuras, manteniéndose intactas y aumentando el valor de la vivienda.
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