Un material impermeabilizante es cualquiera que no deje pasar el agua a través suyo, actuando como un paraguas sobre la superficie que protege. En este artículo nos vamos a centrar en tipos de impermeabilizantes.

¿Qué tipos de impermeabilización existen para cubiertas y cuál debo utilizar en cada caso?

Vamos a analizar los distintos tipos de impermeabilización más empleados para cubiertas y tejados.
Las cubiertas y tejados son los puntos más débiles en cuanto a la posible aparición de averías y otras patologías que puedan derivar en desperfectos de los cerramientos y en consecuencia en las tan odiadas goteras.

Principales tipos de impermeabilización de cubiertas

• Caucho clorado: Se trata de una solución muy habitual, ya que cuenta con ventajas como la rapidez que se consigue con su aplicación, además es muy barato. Si se aplica de manera adecuada el cloro caucho puede resistir algún tiempo, sin embargo si no se aplica de manera profesional, los resultados pueden durar muy poco tiempo, resultando así una reforma totalmente inútil. Si vas a colocar caucho de cloro como aislante, confía en una empresa profesional, ya que el tipo de instalación llevada a cabo será crucial para conseguir unos resultados óptimos.
• Membranas líquidas con base de poliuretano: El poliuretano tiene una ventaja principal respecto a otros materiales, y es que a diferencia del caucho de cloro, la membrana adquiere un cierto grosor y elasticidad, de manera que se adapta a las condiciones a las que se enfrenta. Cuentan con una buena capacidad de absorción y son muy resistentes a los rayos UV, algo fundamental si tenemos en cuenta que las cubiertas están en su mayoría al aire libre. Es fundamental que el poliuretano adquiera un cierto grosor o la impermeabilización no será adecuada.
• Láminas bituminosas: Se trata de uno de los métodos tradicionales de impermeabilización, y eso se debe a que este tipo de lámina consigue un resultado excelente como impermeabilizante. Existen muchas variantes, por lo que es un material que se adapta perfectamente a todo tipo de necesidades, además se puede ubicar en puntos concretos que necesitan un refuerzo especial. Su principal desventaja es que para su colocación se necesita personal especializado.
• Láminas EPDM: Estas láminas son muy resistentes, incluso sin ningún tipo de refuerzo. Si está bien colocado proporcionan una garantía total. Las láminas EPDM se pueden fabricar a demanda, por lo que se evitan las juntas. Se trata de un material muy resistente a largo plazo, sin embargo es el sistema más costoso, además del coste de mano de obra, el material es también más caro que el utilizado para impermeabilizar cubiertas siguiendo otras técnicas.

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